Sí,
lo acepto, soy de esas que olvidan el 14 de Febrero. De las que llegan media hora
tarde y sonríen mientras piden perdón. De las que hace la maleta cinco minutos
antes de salir de viaje. De las que piensa que el orgullo es lo último que se
pierde. Acepto que soy la más cabezona y negativa del planeta y que primero
actúo y luego pienso. Que soy el ser más imperfecto y reconozco todos y cada
uno de esos defectos. De acuerdo, en conclusión, me equivoco y me vuelvo a
equivocar, caigo y vuelvo a caer. No soy perfecta, pero tampoco pretendo serlo.
Soy
de las que creen que todo se arregla con mayonesa, soy de las que al cruzar un
paso de peatones lo hacen pisando solo las rallas blancas no las negras, soy de
las que escriben nombres en la arena y deja que se lo lleve la marea, soy de
las que comen para vivir no de las que viven para comer, soy de las que lloran
por lo mas mínimo, soy de las que
siguen viendo películas de cuando eramos pequeñas, soy de las que están siempre buscándolo en el facebook, soy de
las que quieren jugar, y soy de las que, hoy
en día, se comerían este puto mundo.
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